La Iglesia Matriz de San Gabriel pertenece a la diócesis de Tulcán, provincia del Carchi, país Ecuador. Desde que empezó la pandemia, se nos prohibió celebrar misas presenciales, las puertas del templo permanecieron cerradas y la catequesis parroquial era por vía zoom. Todo era diferente, triste y desolado.

Pero llegó el día esperado, día de gozo, el domingo 26 de septiembre, cuando el personal del Municipio, presidido por el Señor Alcalde de la ciudad, celebró la Misa de acción de gracias por los 116 años de fundación del cantón. Ese día, a los tiempos, se volvieron a tocar las campanas de la Iglesia.

Entonces nosotros dimos por sobre entendido el permiso del COE, centro de operaciones de emergencia del cantón, y tocamos también las campanas al domingo siguiente, el 3 de octubre, convocando a las Misas de inauguración de la Catequesis. El templo parroquial es grande, sin embargo, debido a que sólo niños son 600, más los papás y familia, fue necesario celebrar dos Eucaristías de inauguración, a las 09h00 y a las 11h00. El templo estuvo repleto.

 

 

Las Hermanas Salesias son las encardas de llevar la catequesis y lo hacen muy bien este apostolado. Son 30 catequistas y periódicamente se reúnen con ellos para la formación y planificación de las distintas actividades: distribución de los niños por grupos, delegación de los catequistas y reunión con los padres de familia.

En la misa de inauguración de la catequesis se encontraron algunos acontecimientos eclesiales que, al juntarse, exultaron en una sola alegría: el toque de campanas convocando a la Misa dominical, el reencuentro de los fieles a los tiempos, la presencia de los niños, octubre el mes del santo rosario y de las misiones.

 

 

Las Hermanas Salesias arreglaron el templo maravillosamente bien: en la puerta principal de ingreso pusieron la palabra “Bienvenidos”, al mismo tiempo que colocaban el gel antibacterial en las manos de los feligreses que entraban. Colocaron stickeres de bioseguridad en todas las pilastras.

Ya durante las celebraciones Eucarísticas prepararon e hicieron participar a los niños, padres de familia y catequistas: hubo efusivos cánticos, procesión de entrada, moniciones de motivación, peticiones y ofrendas. Todas ellas con carácter misionero, mariano e inaugural.

Otro detalle que me ha impactado es la capacidad de logística que tienen las Hermanas Salesias. Es impresionante como, a pesar de que son muchos niños y padres de familia, las Religiosas con una destreza extraordinaria distribuyeron aulas, grupos, catequistas y horarios.

Yo, como párroco, agradezco primero a Dios y luego a la Iglesia por tener aquí en la parroquia el servicio apostólico a las Hermanas Salesias, son motor y pieza clave en la vida y pastoral de la Iglesia Matriz. Gracias, mil gracias.

 

P. Edin Hurtado.

PÁRROCO LA MATRIZ

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