Pastoral Misionera

“La vida consagrada, bajo la acción del espiritu santo, se transforma en misión para proclamar la universalidad salvífica de Cristo y dar testimonio de fe como servicio a los hermanos. (RdV # 159)”

 

Objetivo

Innovar nuestras obras para potenciar la realidad apostólica más significativa y abrir una nueva modalidad de presencia en “fidelidad creativa” al “proyecto carismático” del Fundador. “Yo los he elegido a ustedes y los he destinado” “Como el Padre me ha enviado a mí, así también los envío yo a ustedes” (Jn. 20, 21). El mandato misionero del Señor tiene su fuente en el amor eterno de la Santísima Trinidad. “La Iglesia acoge el don de la comunión trinitaria, la encarna y la comunica como ofrecimiento y don de la salvación que ella misma ha recibido. La vida consagrada, bajo la acción del Espíritu Santo, se transforma en misión para proclamar la universalidad salvífica de Cristo y dar testimonio de la fe como servicio a los hermanos” (RdV # 159).

Hacer conocer al único Salvador Jesús

“En virtud de nuestra consagración a Dios, estamos involucradas en la actividad misionera de la Iglesia, que lleva a todas partes y a todas las gentes el Evangelio de Cristo. Nuestro Instituto es misionero por tradición reciente y encuentra su más auténtica expresión en la existencia de la beata Liduina Meneguzzi, alma profundamente misionera, que se ha dado toda a todos en la caridad. Con ferviente celo apostólico ha tratado de hacer conocer al único Salvador Jesús a todas las personas a las que se acercaba. Se ha ocupado de todo el hombre, alma y cuerpo, sabiendo bien que a través del cuerpo es más fácil sanar también el alma” (RdV # 174).

Atentas al desarrollo integral de la persona

“En las iglesias jóvenes colaboramos para el desarrollo integral de la persona y de la sociedad. Con mente abierta y corazón grande, con humildad y benevolencia, imitamos a san Francisco de Sales, en la atención de las personas, en la caridad hacia los pobres y hacia quien sufre. Ofrecemos nuestra disponibilidad para la asistencia sanitaria y la promoción y defensa de la dignidad de la mujer” (RdV # 175). La Congregación hace suyas todas las alegrías y esperanzas, las tristezas y angustias de los hombres de hoy, de los pobres sobre todo, y de los que sufren. Todas las hermanas al formar una sola familia cultivan entre sí relaciones fraternas según el espíritu de la Congregación, y se comprometen en la medida de lo posible, a llevar a  cabo aquellas actividades que corresponden al espíritu del Instituto, a los deseos de la Iglesia y a las exigencias del ambiente, por lo cual realizan las siguientes pastorales: vocacional,  familiar, juvenil, catequesis, seglares salesios, educativa, de salud, actividades parroquiales, misión al campo, para responder de esa manera a las llamadas de la Iglesia local.