Dios sea bendito
El regalo más hermoso que Dios nos ha dado ha sido el don de la vida, nos ha dado la oportunidad de conocerlo, amarlo y servirlo tanto en el cielo como en la tierra. Ofrezcamosle al Señor nuestro pensamiento, nuestro corazón para amarle, servirle y agradarle, obteniendo de él su eterna amistad.
Los animamos a encontrar un momento de recogimiento donde puedan recibir y poner en práctica lo que compartiremos a continuación en la segunda meditación.
Sean todos y todas bienvenidos.