Dios sea bendito
Somos afortunados al recibir tantas bondades de Dios. Solo hace falta mirar a nuestro alrededor para observar cuánto sufrimiento experimenta la humanidad. Te invito a reflexionar sobre todas las bendiciones que Dios te ha otorgado y a maravillarte con ellas. Sugiero que prepares un cuaderno donde puedas tomar notas de estos aprendizajes.
En este capítulo, te animo a hacer una lista de todos los favores que has recibido de Dios y a agradecerle con un fervor cada vez mayor.